La alopecia androgénica o calvicie es una situación (desagradable) en la que ciertos folículos de la cabeza son sensibles a la acción de una hormona, la DHT, lo que provoca que dejen de realizar su actividad habitual, es decir, hacer crecer el pelo. Sigue un patrón común en todos los hombres, comenzando por despejarse las entradas y la coronilla hasta que en casos extremos sólo queda una franja de pelo en la zona posterior de la cabeza.
Aunque menos frecuente, también ocurre en las mujeres, pero presenta un patrón distinto, ya que es más difusa, esto es, que se reparte más por todo el pelo, provocando una clareamiento y una mayor delgadez del pelo. No obstante, la causa más frecuente de la caída del pelo en la mujer no es ésta, sino el efluvio telogénico, de muy buen pronóstico si se siguen los tratamientos adecuados (y en las clínicas adecuadas)
Recientemente se ha observado que en la mujer, la causa hormonal no es única, hay causas más repartidas, como las nutricionales, las estacionales.Esto hace que la caída de pelo en la mujer sea más difícil de catalogar y tratar.
A día de hoy, nadie puede hacer crecer pelo por donde haya pasado la hormona DHT. Sí es verdad que contamos con una medicación por vía oral que provoca la detención de la acción de dicha hormona (finasteride), y otra medicación por vía tópica que favorece el riego sanguíneo a los folículos afectados (minoxidil). Pero no tenemos ninguna medicación que pueda hacer crecer el pelo.
Sólo son molestos los pinchazos de la anestesia, que permiten dormir tanto la zona donante como la zona receptora, de tal manera que no se nota nada durante la intervención.
Quizás el período máximo de molestia es la tarde después de la intervención, al pasar la anestesia (dura unas 6-7 horas) comienza a molestar la zona de la sutura, pero nada que no calmen los analgésicos. Ya al día siguiente todo es mucho más suave y normalmente no hay que tomar ningún tipo de medicación.
El principal miedo a la técnica de transplante capilar mediante FUSS es si la cicatriz va a ser muy visible. Lo primero que hay que decir es que es mucho menos agresiva que, por ejemplo un implante dental.
La cicatriz que queda es bastante fina (entre 1-2mm) además se hace irregular mediante la sutura tricofítica, y la sutura "zip-zap Closure" aprendida en EEUU por el Dr. Juan Ruiz Alconero. Es verdad que no se podrá llevar el pelo rapado al cero, pero con una longitud del 3 será totalmente invisible, y por norma, ni el propio peluquero puede llegar a verla.
Se aconseja no hacer deporte aeróbico suave hasta la retirada de la sutura, en unos 12 días. Luego, los deportes de contacto o las pesas se pueden retomar a las 3-4 semanas.
El pelo injertado se cae a partir de las 2-3 semanas de la intervención, y queda en fase telógena (reposo) durante unas 10 semanas, con lo que no se ve un inicio de salida del pelo hasta los 3-4 meses, y esto es en forma de pelusa, con lo que para ver resultados aceptables hay que esperar a los 6-7 meses, y los resultados finales hasta el año o año y medio.
El pelo implantado está libre de la acción hormonal, no así el resto del pelo, con lo que antes de someterse a un trasplante hay que valorar muchos factores, como evolución de la pérdida del pelo, edad, toma de medicación, para hacer una valoración correcta.
Las unidades foliculares se extraen una a una mediante un punch muy pequeño, de entre 0.8 mm. La zona se anestesia y se puede extraer de manera manual o mecánica.
Si, es uno de los requisitos del FUE. Aunque se puede intentar hacer las extracciones con el pelo largo, complica de una manera extraordinaria el proceso y disminuye el número de unidades extraídas.
Lo ideal es que el paciente se rape al uno o al 0.5 el día antes de la cirugía, y de esa manera el proceso sea más sencillo y rápido.
Pues no, el pelo que hemos extraído al ponerlo en otra zona ya no crece, y queda una diminuta cicatriz no visible a simple vista. Por eso no se pueden hacer muchas intervenciones FUE en la misma zona, por el riesgo de despoblación que puede resultar.
Por eso hay que extraer folículos alternos, para evitar zonas con calvas que sean visibles.
En general, en unos 6 días dejan de notarse debido al crecimiento del pelo nativo. Además con el sistema de Plasma Rico en Factores de Crecimiento, la cicatrización se consigue antes.
En contra de lo que se cree, no es así, el FUE ha mejorado mucho en los últimos años por una mejora del instrumental, pero realmente es un método anterior a la técnica FUSS, ya que lo que conocemos como FUE moderno lo diseñó el japonés Inaba en 1991, un año antes que Bob Limmer definiese el estándar de la cirugía FUSS.
Como todo en esta vida, si se hace bien el resultado es natural y estéticamente correcto. Esto ocurre cuando se usa material de menos de 1 mm para no dejar marcas, se usan unidades foliculares de 1, 2 y como máximo 3 pelos, para no dejar la horrorosa apariencia de “pelo de muñeca”. Un buen diseño, un uso correcto de las unidades extraídas (independientemente de la técnica de extracción) hace que el trasplante de pelo pueda llevarse a cabo sin ningún tipo de marca.
Esa es una pregunta muy frecuente, pero se olvida uno que las dos técnicas son de extracción, es decir, que la manera de colocar el pelo es la misma una vez que tenemos los folículos en nuestros discos de Petri, ya sea por FUE o por FUSS.
Es por tanto una cuestión de decisión por parte del paciente, consensuada con el Dr. Juan Ruiz Alconero, ya que depende del estilo del corte de pelo, de la calidad de la zona donante y de las expectativas.