Este domingo desayunaba con El País, y en el leían éste artículo:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Carrera/medica/busca/crecepelo/elpepusoc/20110925elpepisoc_7/Tes
acerca del uso de las células madre en la pérdida de pelo y su papel como factor importante de crecimiento en el folículo.
Cuando estos artículos aparecen en el periódico es normal que las consultas se llenen de personas intrigadas en estos tratamientos, creyendo que están ante la última panacea.
El problema es que estos artículos aparecen cuando las primeras fases de la investigación están dando resultado, y siempre antes del inicio de las pruebas en humanos. Todo medicamento pasa por 4 fases en su desarrollo, y esto, suele llevar unos 8-10 años. De hecho, se calcula que sólo el 1% de estas investigaciones acaban con un producto o técnica en el mercado.
Es verdad que las células madres sean una de las soluciones más importantes en los años futuros para resolver muchos problemas de la medicina (y entre ellos la alopecia). El problema es que hasta ahora sólo tenemos ensayos in vitro y en ratones. Teóricamente, en ellas están muchas de las respuestas a esta patología, ya que es verdad que si algo se ha descubierto en la última década es la endiablada complejidad de regulación celular que dirige los ciclos de crecimiento del pelo.
Hace unos meses estuve en Barcelona, donde un prestigioso cirujano plástico, en aún más prestigioso hospital privado de la ciudad condal nos mostraba un posible protocolo de extracción de células madre, conservación (fuera de España, parece ser que la legislación española no permite su almacenamiento en territorio patrio) y posible uso, pero claro, sin ningún tipo de estudio previo o pruebas de seguridad (de hecho, se trataron a los propios médicos miembros del equipo de tan insigne doctor, supongo que el precio que hay que pagar por trabajar con cirujanos top…).
En resumen… desgraciadamente aún falta bastante tiempo para poder si quiera conjeturar sobre el fecho y beneficios e estas posibles terapias. La Dra. Farjo, una de las principales investigadoras en cuanto a este tipo de terapias, comentó en Amsterdam, en el congreso de la ISHRS, hace ya un par de años, que se estimaba que contaríamos con estas terapias en unos 5 años, mínimo.
Mientras tanto, y aunque nos duela a los profesionales que trabajamos en esto (y aún más a los pacientes), tendremos que continuar con los tratamientos actuales… el finasteride, el minoxidil, la mesoterapia y, por supuesto, la cirugía…